- La autoridad se define como la cualidad de un equipo para reconocer y dominar todas las demarcaciones del juego, y transmitir ese dominio al escenario específico del partido.
- Cada partido, como evento irrepetible e intransferible, genera un ambiente psicológico particular e imprevisible, que solamente es experimentado por los miembros del equipo, y particularmente por los jugadores.
- · El partido lo juegan los jugadores: en este sentido, los jugadores están solos en el campo. El entrenador debe facilitar que los jugadores sean capaces de desarrollar su máxima capacidad en ese entorno cerrado, y tomen sus propias decisiones.
- · La autoridad es en parte la cualidad para generar y dominar ese escenario psicológico en continua evolución que se produce en el partido. Esta cualidad es puramente mental y se denomina carácter.
- · Independientemente del partido que se dispute, el jugador debe dominar su demarcación, y transmitir esta idea a sus compañeros y al equipo contrario. La autoridad requiere no solamente ejecutar un dominio efectivo, sino también transmitir esa sensación al escenario del juego.
- · La cualidad de dominar una demarcación particular se denomina especialización, y es una de las componentes fundamentales de la autoridad
- · La autoridad es un concepto aplicado por todos los miembros del equipo, no por un solo jugador o un grupo de jugadores.
- · Como todos los conceptos de fútbol, la autoridad se puede aprender y practicar. El entrenador debe planificar sesiones de entrenamiento que sirvan para aprender e implementar el concepto de autoridad.
Autoridad/Ejercicio
El equipo de alevines pierde
dos a cero un partido en el que el equipo contrario ha tenido más intensidad y
fuerza, y no ha permitido a los niños ejecutar la técnica y el juego que saben
hacer. ¿Qué se debe corregir y trabajar?
a)
Hay que mandar a los niños un mensaje
claro de que deben entrar fuerte al balón, porque el fútbol es un deporte de
choque y de ritmo
b)
No hay ningún concepto especial que haya
que reforzase: los otros chicos eran más fuertes y más rápidos y esto sucede a
estas edades, no se puede forzar el desarrollo físico de los niños.
c)
Hay que trabajar la intensidad y el ritmo
d)
El concepto de esfuerzo
La respuesta a) es correcta,
pero es demasiado evidente y simple para tener un efecto formativo efectivo.
Ese mensaje no sirve para enseñar ni corregir nada: hay que trabajar conceptos
concretos que se traduzcan en nuevas capacidades o capacidades mejoradas. La
respuesta b) tiene una parte correcta, porque en efecto nos se debe forzar el
desarrollo físico de los niños de esa edad, a riesgo de interferir en su
crecimiento. Sin embargo siempre hay conceptos que se pueden mejorar y
trabajar, sobre todo cuando el partido ha reflejado deficiencias de
rendimiento.
Aunque la metodología que
propone este tratado sostiene que todos los conceptos están relacionados y casi
siempre una necesidad correctiva afecta a todos ellos, no es el esfuerzo el
concepto más relevante en este caso. Sin duda los niños aplicaron todo el
esfuerzo disponible, y no es claro que se necesitara más esfuerzo físico para
lograr esa mayor intensidad requerida. Posiblemente, los niños incluso tuvieran
que correr más de lo necesario y acabaran más cansados que de costumbre, que es
lo que suele suceder cuando te enfrentas a un equipo que te supera en ritmo y
velocidad. Por tanto insistir en la necesidad de correr más puede generar
confusión y una sensación de impotencia y desconcierto.
¿Qué se debe hacer? La
respuesta correcta es la c). Obviamente hay que trabajar la intensidad y el
ritmo, porque es evidente que no tuvieron el nivel competitivo suficiente. Por
tanto, ¿qué conceptos se deben trabajar?. La técnica es uno de ellos sin duda,
pero el más importante en este caso es la autoridad. La autoridad es la
capacidad de transmitir el dominio de tu especialidad al entorno específico del
partido. No basta con tener mayor talento: hay que ser capaz de aplicarlo en un
entorno físico y mental exigente. Los niños deben familiarizarse con ese
entorno y controlarlo: para ello deben imponer su autoridad en el campo
mediante la especialización y el carácter. Para rendir al máximo física y
mentalmente, el jugador siempre debe posicionarse en el campo asumiendo que
ejerce la autoridad en su demarcación: si entiende que el contrario puede
superarle, jugará cohibido y su rendimiento disminuirá. El carácter, como todos
los conceptos y capacidades que se describen en este tratado, puede trabajarse
y potenciarse.
Autoridad/Ejercicio
En un partido de preparación,
el equipo empata a dos después de ir por debajo en el marcador dos veces. En
general realiza un buen partido en todas líneas, excepto en la banda derecha,
por donde recibió los dos goles debido a la mayor rapidez de delantero
contrario. ¿Qué entrenamiento debe planificar el entrenador para mejorar el
equipo?
a)
Un entrenamiento que trabaje la autoridad
y la solidaridad
b)
Debe ensayar con otro lateral más rápido
c)
No hay que mejorar nada, el equipo
realizó un buen partido y el otro equipo también tiene buenos jugadores
d)
Un entrenamiento que refuerce la
responsabilidad
Aunque el equipo realizó un
buen partido, es evidente que hay un aspecto en defensa que hay que corregir.
Poner a otro jugador en el puesto de defensa lateral es una medida obvia, pero
no tiene ningún valor formativo ni sirve para mejorar las capacidades de los jugadores
existentes, y además en un equipo los jugadores son los que son y no siempre
existe esa posibilidad.
El entrenador comienza por
revisar qué conceptos se han implementado correctamente y cuáles requieren
entrenamiento. La responsabilidad es una buena opción, pero seguramente el
jugador ya conoce su función en la defensa y trata de implementarla lo mejor
posible. Afortunadamente el marco metodológico descrito aquí permite analizar
los problemas más allá de las deficiencias en las funciones individuales de los
jugadores, que es normalmente el diagnóstico más común que suele hacerse.
Un gol en contra es siempre un
ataque a la autoridad de la defensa. En este caso, hay que revisar la autoridad
del lateral derecho y posiblemente la del defensa central. Un delantero más
rápido afecta a la autoridad del defensa, y por tanto hay que definir
ejercicios que sirvan para reforzarla. Una opción puede ser entrenar la
velocidad, lo cual puede dar más confianza a los defensas en su propia
capacidad física y con lo cual mejorar este aspecto. Sin embargo esta capacidad
es principalmente innata, por lo que conviene entrenar otros aspectos como el
tipo de marcaje o la cobertura del central, que pueden ser más efectivos. Esta
última opción se refiere a la solidaridad: la capacidad de generar apoyo y soporte continuo entre los
jugadores. La respuesta correcta es la a).
Autoridad/Ejercicio
Un defensa muestra buen manejo del balón en los entrenamientos, sin
embargo durante los partidos abusa del despeje incontrolado, y se libra de la
pelota con demasiada rapidez y a veces con precipitación. ¿Qué aspecto del
juego debe trabajar el entrenador con este chico?
a) El carácter
b) La confianza
c) La técnica
d) La madurez en el campo
De acuerdo a este tratado, el concepto de técnica (ver Cap. 18) se
refiere a las cualidades físicas que contribuyen al rendimiento del jugador.
Este parece que posee buenas cualidades en ese sentido, pero no es capaz de
mostrarlas durante el partido. Muchos jugadores muestran durante los
entrenamientos características que luego no son capaces de reproducir en el
campo. La autoridad es en parte la cualidad para generar y dominar ese
escenario psicológico en continua evolución que se produce en el partido. Esta
cualidad es puramente mental y se denomina carácter. Se puede trabajar mediante
la repetición de ejercicios en los que se visualice o se imagine el escenario
específico del partido, de forma que la acción se convierta en un automatismo
natural y se adquiera familiaridad y confianza .La confianza y la madurez son
capacidades que conforman el carácter de un jugador, de acuerdo a la definición
anterior. La respuesta correcta es la a).
Autoridad/Ejercicio
El medio centro del equipo de primer año de alevines se pone enfermo
justo antes del partido. Sin tiempo para calentar, el entrenador le pide al
central que juegue en el centro del campo de pivote defensivo. Debido a esta
situación inesperada el chico sale algo nervios, y pese a que es un puesto en
el que a él le gustaría jugar y para el que tiene facultades, no realiza un
buen partido. ¿Qué aspecto hay que trabajar y corregir?
a) Es difícil de corregir, porque el chico no
ha mostrado personalidad ni capacidades cuando se le ha presentado la
oportunidad. Posiblemente no valga para el puesto
b) Hay que trabajar el concepto de autoridad
c) Hay que trabajar el carácter
d) El chico no tiene que corregir nada porque
la culpa es del entrenador: la situación ha pillado al jugador sin capacidad de
preparación y era muy difícil rendir bien en estas circunstancias
Las respuestas a) y d) son obviamente incorrecta, a la luz de la
pregunta concreta planteada en el ejercicio:” ¿qué se puede trabajar y
corregir?” Evidentemente esas respuestas no sirven para corregir ni mejorar
nada, y sin embargo constituyen la reacción más común cuando un jugador no ha
rendido de forma satisfactoria (“no es lo suficientemente bueno”, o “es culpa
del entrenador”).
La respuesta correcta es la b) porque el carácter es uno de los
componentes de la autoridad, junto con la especialización. En este caso hay que
trabajar ambos aspectos. Por una parte, parece claro que el chico necesita
reforzar la especialización en el puesto, ya que no ha jugado muchos minutos en
esa demarcación. No hay motivo para pensar que no vale para el puesto si no ha
jugado de manera frecuente ahí. Por otra parte, el chico ha estado nervioso,
probablemente porque no ha conseguido controlar el aspecto psicológico de la
situación: una misión inesperada en una función novedosa para él.
Pocas ideas repetidas en este texto son tan relevantes y al mismo
tiempo tan difíciles de transmitir en un texto como este: el partido genera un
escenario psicológico que solamente los jugadores pueden experimentar y
afrontar, y que convierte ese evento en una experiencia intransferible. Precisamente
la autoridad es la cualidad de un jugador para reconocer y dominar la
demarcación del juego (especialización), y transmitir ese dominio al escenario y
el momento concreto del partido (carácter).
